viernes, 23 de mayo de 2025

SEMANA DOMINICANA Mayo-2025: (algunos) Modos de Predicación dominicana (05)

 


PREDICACION MEDIANTE EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL


La Predicación en el Acompañamiento espiritual dominicano


    En la tradición de la Orden de Predicadores, el crecimiento espiritual de sus integrantes siempre estuvo a cargo de la misma comunidad. En el caso de los frailes, el maestro de novicios y de estudiantes, el lector conventual y el prior representaban y encarnaban la responsabilidad formadora que la comunidad ejercía mediante el conjunto de los elementos que conformaban la propia vida dominicana.

    Sin embargo, desde sus inicios, la Orden fundada por santo Domingo desempeñó el oficio de la predicación integrando también la práctica pastoral del acompañamiento espiritual. Muchos frailes, monjas y laicos de la Orden ejercieron y recomendaron esta práctica pastoral.

    Jordán de Sajonia explicaba que «necesitamos de exhortaciones mutuas por las que un hermano ayude a otro y la diligencia de la caridad sobrenatural inflame la llama del espíritu, absorbida como está por la tibieza cotidiana de la propia negligencia» (Carta a la Provincia de Lombardía). En esta perspectiva, el acompañamiento espiritual es esta «ayuda» fraterna que, como exhortación o consejo, forma parte del servicio de la predicación y que busca despertar la docilidad a la gracia del Espíritu Santo.

    Humberto de Romans, Maestro de la Orden (1254-1263), consideraba al acompañamiento espiritual como una dimensión de la predicación y estimulaba a capacitarse para ello; San Vicente Ferrer, escribió un Tratado de la vida espiritual, exhortando al acompañamiento y Fr. Juan González Arintero, además de ejercerlo notablemente, señalaba la existencia continuada de un magisterio espiritual dominicano, no solo a nivel teológico, sino también en este nivel práctico del acompañamiento.

    Ahora bien, ¿en qué consiste el acompañamiento espiritual dominicano?

    Principalmente, en servir a la guía que el Espíritu Santo ya está realizando en la persona. Como la vida interior es una «conversación continua» –diálogo– entre la persona y el Espíritu Santo, Huésped que siempre está «santificándonos, aconsejándonos y enseñándonos a orar como conviene […] toda nuestra perfección y felicidad está en atender con toda docilidad a las insinuaciones y mociones de tal Maestro, para seguirlas fielmente y no contristarle» (fr. J. G. Arintero).

    Así, el acompañante deberá discernir esos caminos en coordinación con la persona y ayudarla a la fidelidad para con ese discernimiento. Y, puesto que donde está el Espíritu está la libertad (cf. 2 Co 3,18), todo acompañamiento debe enmarcarse en un vínculo de absoluta libertad, que pueda reflejar la libertad y el respeto con el que Dios mismo conduce.

Fr. Germán Pravia, OP



SANTO DOMINGO NOS CUENTA SU VIDA


    Con preocupación Juana le contó el sueño al Abad de Silos, apoyada en el brazo de Félix, y cómo el miedo, el no saber, el no comprender por qué ese sueño se repetía casi cada noche, les había llevado hasta allí, confiando en que él podría decirles qué significado podría tener, si era algo malo para su futuro bebé, si venía de Dios el sueño o si era algo que tenían que temer...

    —Ajá, entiendo... —entornó los ojos el abad Domingo concentrado, mirando con profundidad y echando a caminar a pasos cortos, reflexivos, y animando a Félix y Juana a que les iguieran por los pasillos de piedra del monasterio—. Los sueños..., a Dios le gustan los sueños, le gusta hablarnos en sueños... Lo cuenta la Escritura y así nos dice que lo hizo con Jacob, también con José en el Egipto de los faraones, y con Daniel en el destierro de Babilonia..., y desde luego el sueño de San José en el que Dios le mandaba acoger a la Santísima Virgen María y no repudiarla... Los sueños son un camino por el que Dios nos habla, nos manda mensajes, nos adelanta incluso algo del futuro..., y creo que este es el caso. No es un sueño que hable de algo malo, no es algo que hable de miedos del mañana ni de que le pueda pasar algo negativo al hijo que esperáis. Pero sí que habla de él... El sueño lo dice con claridad para quien sabe leerlo... Vuestro hijo vestirá de blanco y negro, serán los colores que marquen su camino, los colores opuestos pero que se integrarán en su vida, vuestro hijo será como ese perro fiel a su señor, fiel al Señor Jesucristo, vuestro hijo le prenderá fuego al mundo como dice el Evangelio, y lo hará con la sola fuerza de su boca, con el fuego y la fuerza de sus palabras, prenderá fuego al mundo con la fuerza de la predicación...



ORACION


Padre de inmensa majestad,
escucha a estos tus hijos que celebran tu gloria;
nos has creado para ti y
nos has hecho pueblo tuyo en la casa de santo Domingo;
haz que caminemos en el esplendor de tu rostro
y acoge en tu luz a todos nuestros hermanos y hermanas difuntos.

Por Jesucristo nuestro Señor.

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