Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este curso quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti.
Gracias por la vida y el amor, por la familia y los compañeros,
por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este curso, el trabajo que pude realizar
y las personas que pasaron por mis manos y lo que en ellas pude construir.
Te presento a quienes a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón:
perdón por el tiempo perdido, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo…
Por todos mis olvidos, mi silencio ante la injusticia, nuevamente te pido perdón.