Los que sembraban con lágrimas,
cosechan entre cantares.
(Salmo 125)
Se celebra hoy
la memoria de 16 miembros de la Familia Dominicana, que murieron en Nagasaki
(Japón) en la persecución promovida por el jefe supremo militar Tokugawa
Yemitsu, en 1633-1636, martirizados por sofocación. Sus cuerpos fueron quemados
y arrojados al mar.
Fueron
beatificados en Manila en 1981 y canonizados en Roma el 18 de octubre de 1987,
por Juan Pablo II.
Como recuerdo a
ellos los nombramos uno a uno:
San Lucas Alonso Gorda, presbítero
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San Antonio González, presbítero
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San Miguel de Aozaraza del Rosario, presbítero
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San Jordán Ansalone, presbítero
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San Guillermo Courtet, presbítero
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San Jacobo Kyushey, presbítero
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Santo Tomás Hioji, presbítero
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San Vicente Shiwouzuka, presbítero
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San Francisco Shoyemon, hermano cooperador
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San Mateo Hohioye, hermano cooperador
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Santa Magdalena de Nagasake, virgen de la Orden seglar
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Santa Marina de Omura, virgen de la Orden seglar
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San Miguel Kuribioye, seglar
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San Lázaro de Kyoto, seglar
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San Lorenzo Ruiz, seglar
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro,
prepáranos a sufrir,
como Santo Domingo y compañeros mártires,
en el servicio a Ti y a nuestros hermanos,
porque son dichosos en tu reino
los que sufren persecución por amor a la justicia.
Por nuestro Señor Jesucristo.
En 1987, el Secretariado
Provincial de Misiones, de la Provincia Dominicana de Nuestra Señora del
Rosario, publicó el libro “Sangre en Nagasaki: los 16 mártires dominicos”,
cuyo autor es Pedro González Tejero.