viernes, 10 de abril de 2020

Triduo Pascual : Viernes Santo


VIERNES SANTO

        Nos hemos acostumbrado a la cruz, tanto que nos cuesta recordar lo que verdaderamente es. La cruz de Cristo es soledad, tortura, muerte, incomprensión, injusticia, burla, persecución… y esa es la misma cruz que la de tantas personas que hoy siguen padeciendo y muriendo en muchos rincones del mundo… es el fruto de nuestro pecado, del egoísmo y la indolencia de los seres humanos.
        Pero esa cruz, que nos mata (tanto al que está colgado de ella como a los que hoy colocamos los clavos) es también la que nos salva, porque esa cruz también es Amor, porque toda esa miseria e inhumanidad que tenemos en el corazón es asumida por nuestro Dios. A pesar de todo ello, nos ama y lo hace con locura y, desde luego, ese amor es infinitamente más grande y más fuerte que toda nuestra inmundicia junta.
        Es un amor tan inmenso que transforma la cruz, haciendo de lo que es nuestra perdición, el árbol de la salvación. ¿Por qué? Porque ese Dios con nosotros, ese hombre que se desangra en la cruz, lo hace amándonos y no sólo eso, también entendiéndonos y justificándonos.
      No nos salva la cruz en sí, no son los padecimientos sino el infinito amor que hay clavado en ella.
        En la cruz, Cristo no sólo nos muestra ese amor, sino que además nos enseña que ya no hay nada que pueda acabar con nosotros, que por intenso que sea el dolor, la injusticia, el vacío… todo, si lo asumimos desde el Amor, nos hace más vivos, más humanos, más de Dios.
        De lo que debía ser una vergüenza de la humanidad, nosotros los cristianos, hemos hecho nuestro signo; la señal de que estamos presentes en cada gota de sangre que se derrama injustamente; en cada lágrima que brota de un niño hambriento; en todas las angustias de la humanidad… asumiéndolo todo desde el amor de Dios, tratando de llevar a todos su salvación.
Fr. Félix Hernández Mariano, OP
Fra Angelico, OP

Salmo: "Yo confío en ti, Señor, te digo: "Tú eres mi Dios". Sed fuertes y valientes de corazón, lo que esperáis en el Señor." 

Oración: "Dios todopoderoso y eterno, que vas reuniendo a tus hijos dispersos y velas por la unidad ya lograda, mira con amor a toda la grey que sigue a Cristo, para que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad congregue en una sola Iglesia a los que consagró un solo bautismo.” 
Evangelio: Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 18, 1-19,42.





Música para este día:

"Es el momento", de Salomé Arricibita.