sábado, 9 de diciembre de 2017

La mesa de la Palabra: Sobra fundamentalismo



Sobra fundamentalismo

El sentido común nos dice hoy que el sociólogo, como cualquier gurú de la cotidianidad –influencer se denomina alguno-, es un ignorante a la hora de razonar sobre la acción de Dios en nuestra historia; la respetuosa ironía, por su parte, apunta a que Dios no acude a la consulta del teólogo cuando se siente mal por no secundar sus sabios planes los humanos. La actualidad, además, pone en nuestra pantalla la preocupación generada por reconocer el presidente estadounidense la pretensión sionista de que Jerusalén sea la capital del estado de Israel, obviando su ya largo status de ciudad santa para las tres religiones monoteístas. Dinámica histórica, acción de Dios e inestable equilibrio de nuestro mundo.

Nuestro tiempo dibuja así un paisaje pluriétnico, pluricultural y plurirreligioso, como se viene reconociendo en no pocos foros, que plantea nuevas formas de relaciones mutuas y que éstas, además, sean abiertas y satisfactorias, donde el diálogo, la autocrítica y la colaboración efectiva entre los pueblos, culturas y religiones del mundo sean algo más que aseadas formas diplomáticas de coexistencia.

Mucho tenemos que cambiar en el seno de cada religión para que las personas y los grupos, implicados por creencia en la construcción de la paz en nuestro mundo, seamos icono reconocible de una convivencia pacífica y acogedora entre los distintos credos. En esta tarea sobran los fundamentalismos y las posturas ultramontanas que alimentan su seguridad en el dogmatismo, pero que no es la mejor metodología de la concordia ni fomenta recíproca sensibilidad, ni respeto a las diferencias existentes, ni apertura a lo que en cada parcela religiosa hay de esperanza y salvación. El Espíritu sabe mejor que nadie estimular nuestra vida y oración, y la comunidad cristiana espera a un Dios que se hizo hombre para todos, los de dentro y los de fuera. Bueno es secundar tan geniales iniciativas.




Fr. Jesús Duque OP.