( Colaboración publicada en el Diario
Córdoba el 15-05-201 )
Para ti, para mí
Dominicos: 800 años de vida compartida
La Orden de Predicadores está celebrando el Jubileo 800 1216-2016,
con el lema “Enviados a predicar el Evangelio”, recordando así la
publicación de las Bulas promulgadas por el Papa Honorio III, hace ocho
siglos, confirmando la fundación de la Orden en 1216 y 1217. Con la
aprobación por parte del Papa se cumplía el sueño del español Domingo de
Guzmán, quien, preocupado por los problemas del mundo y de la Iglesia
del momento, sintió la necesidad de crear una Orden cuyos miembros
estuvieran dedicados a la predicación, la contemplación, el estudio y la
compasión, para ayudar a los hombres y mujeres de cada tiempo. Nacía
así la Orden de Predicadores formada por frailes, monjas contemplativas y
laicos, a la que se sumaron más tarde las hermanas de vida apostólica
formando la Familia Dominicana. En Córdoba, los dominicos tienen dos
sedes: la iglesia de san Agustín y el santuario de Santo Domingo de
Scala Coeli, dos lugares emblemáticos, rebosantes de historia y de
vivencias apostólicas. No es fácil en unas líneas esbozar los frutos de
la Orden dominicana, pero se percibe cuánto ha contribuido a la
expansión de la Palabra de Dios, a la formación en la fe, a la creación
de Universidades, a la gestación de los derechos humanos. Ha aportado
130 santos a la Iglesia, ha dado cuatro Papas, y grandes figuras en la
teología, el compromiso con la justicia, la mística, la filosofía, la
literatura, el arte, la ciencia, la geografía. El prior provincial,
Jesús Díaz Sariego, expone las cuatro prioridades de los dominicos, sus
cuatro misiones: primera, la misión intelectual, sobre todo el quehacer
teológico, filosóficamente bien fundamentado en diálogo con las ciencias
y con la experiencia pastoral; segunda, la misión educativa y la
formación cristiana, especialmente entre los más jóvenes, y la formación
de adultos, que promueva la madurez humana, cristiana y dominicana;
tercera, la promoción de los derechos humanos, la justicia, la paz y la
integridad de la creación; cuarta, el diálogo y el encuentro en los
medios de comunicación y en el diálogo con lo cultural--artístico. Es
prioridad que el universo de Internet o de las redes sea un mundo al
servicio de esa Palabra, es decir, de la dignidad humana. Desde sus
orígenes, la Orden dominicana ha estado relacionada íntimamente con eso
que hoy denominamos vida intelectual. El mismo santo Domingo fue
universitario y quiso que sus frailes tuviesen una sólida formación. El
estudio para los dominicos no es solo un requisito formativo, sino
ocasión para buscar la verdad y poder hacer presente el Evangelio allí
donde las personas se preguntan por el sentido de la vida. “Predicar
consiste en comunicar a otros lo que uno ha contemplado”. Estas
palabras, inspiradas en Tomás de Aquino, resumen lo que entre los
dominicos se conoce como “misión intelectual” de la Orden. Una
felicitación fraternal y cordial para los dominicos de San Agustín y de
Scala Coeli, comunidades arraigadas en Córdoba, sin olvidar la de
aquellos fecundos años en la Universidad Laboral, que tantas
generaciones iluminaron y formaron.
* Sacerdote y periodista