Oh Dios,
que amas a los hombres y concedes a todos tu perdon;
suscita en nosotros un espíritu de generosidad y amor que,
alimentado y fortalecido por la Eucaristía,
alimentado y fortalecido por la Eucaristía,
a imitación deSanta María Micaela,
nos impulse a encontrarte en los más pobres
y en los más necesitados de tu protección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
"Se nos ha puesto el prójimo como instrumento para demostrar en él el amor que tenemos a Dios, porque no pudiendo nosotros hacer un bien al Sumo Bien, nos lo ha puesto para que lo hagamos al prójimo y manifestemos en él el amor, socorriéndolo, ayudándole y aconsejándole en lo que se puede, a cada uno según su situación".
(Santa Catalina de Siena)