En una obra del escritor brasileño Pedro Bloch encuentro un diálogo con un niño sobre la oración de petición que es estupendo. Casi siempre, las mejores respuestas son las más sencillas, es decir, las de los niños:
- ¿Rezas a Dios? - pregunta Bloch.
- Sí, cada noche - contesta el pequeño.
- ¿Y que le pides?
- Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.
(J.L. Martín Descalzo)
SI FUERAMOS LAS MANOS,OJOS,BOCA.....DE DIOS!EL MUNDO SERÍA DE OTRO COLOR Y "CALOR".
ResponderEliminar